Llegando el mes de febrero (2009) ya estábamos inscritos los dos a la prueba de los 101 km de Ronda, ya no había escusa y sólo quedaba prepararlo lo mejor posible. Así haciamos 3 horas de bici y 6 Km a pie, fin de semana tras fin de semana. Las horas en bici y los kilómetros a pie fueron aumentando hasta llegar a las 4 horas y media montados y 10/12 Km bajados. También hemos hecho lo que hemos podido entre semana, aunque poca cosa, ya que no hay tiempo, y ese es el gran problema, la falta de tiempo y el desconocimiento de la prueba, puesto que no teníamos la referencia de nadie que la hubiera hecho antes, o alguien cercano que te diga como va el tema, pero bueno no pasa nada.
Llegado el día y el momento de la prueba, los dos colegas estábamos en la salida algo confusos y nerviosos por el montón de gente que había. Pues bueno, cuando pegan el cañonazo de salida, todos se mueven menos nosotros y es que, como no podía ser de otra manera, ¡empezamos pagando la novatada!, pues salimos de los 200 últimos y eso que había 3600 inscritos. Por las calles de Ronda hicimos lo que pudimos, es decir, adelantar a un buen número de participantes, y cuando dieron libre pasamos a muchos más, ¡pero es que había muchísimos!. Bueno, una vez comenzada la prueba yo puse mi ritmo y pa´lante, ¡que queda mucho!, el recorrido era bastante bonito y algo duro en algunos tramos, es normal, pero se llevaba bien, Ah! Tengo que decir que iba solo, pues a Pepe lo perdí en la salida. Yo sólo pensaba en la transición, que es cuando echas a correr, y la verdad es que con la bici me iba encontrando muy bien.
En el Km. 66 decidí esperar a mi entrenador Pepe, que llegó enseguida, después de cruzar unas palabras nos subimos de nuevo en la montura y ya casi no lo vi hasta que estaba calzándome las zapatillas de correr, me dijo que iba pa´lante y yo le dije que tirase, pues él va mucho mejor que yo corriendo. Al comenzar a correr tras terminar con la bici, todo muy bien, pues era picando hacia abajo, pero en el Km. 3 aproximadamente, aquello se empinó y de que manera!, ya que tuve que ir andando un buen trecho, eso si, adelantando a la gente de la bici, pues también iban andando. Como después de una subida siempre hay una bajada, allí estaba!, y qué bonita y larga que era!, de nuevo me sentí estupendo, pero después de 5 ó 6 kilómetros llegó el tramo de la “Cueva del Gato”, un lugar muy bonito y duro, y de nuevo me puse a caminar un rato, y otro corriendo, hasta que faltaban 4 Kms, que los hice andando, y llegué de nuevo a la transición, para volver a coger la bici, y donde había 3 señores a los cuales pregunté cuánto nos quedaba y ellos respondieron que 7 Kms en bici.
- Para nosotros empiezan los 18 Km a pie, qué satisfacción me entró en el cuerpo, de nuevo culote y zapatos de bici, pues ya quedaba poco, ¡pensé yo!, y así era, poco después de un rato sobre llano vino lo que llaman la“Cuesta de cachondeo”, la cual hice casi toda a pie. Una vez terminada la subida en el mismo pueblo (Ronda), me subí a la bici y llegué a meta, muy orgullosos de acabar este reto, mi amigo Pepe me esperaba con los brazos abiertos y un poco de preocupación por mi tardanza, y es que por eso es mi amigo.
Por Pedro Plazuelo (15 /12/2009)